Está Gulliver desazonado por coincidir en tiempo y espacio el desenlace de su historia y un montón de asuntos burocráticos que le roban hasta el sueño. Luego, a la fuerza ahorcan, se ha contentado pensando que todo saldría así más denso y veloz. Esa debía ser la forma. La forma que le diese el tono. La forma y el ritmo.
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