viernes, 8 de mayo de 2015

Artera

   La tal chorrada de las tres fotos de estos días (por cierto, de huellas que el tronco de la hiedra dibuja en un muro, la adivinanza era saber cuál era la adivinanza), la tal chorrada, decía, me ha servido, cual ladina arpía que soy, para cementar otros pocos ladrillos en esta ruina de edificio.

   Y me servirá, arteramente, para un día más, si tu agudeza no ha alcanzado los mínimos que servidor esperaba. Ay, los enigmas tristes. 



   Supongo que sabrás que la artera es un pedazo de hierro fabricado a mano las más de las veces, instrumento con el que cada familia marcaba su pan cuando solo había un horno, pero era usado, eso sí, por todo el pueblo. Mañas con que los humanos intentamos que no nos engañen y también encementar ya de una vez o echar abajo esta construcción por la que parece haber pasado no un tornado sino unos cuantos.   

   Ay.
   





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