lunes, 11 de mayo de 2015

   No sin mérito y esfuerzo ha aguantado el Navegante, no sin trabajo ha aguardado a que los brotes empezasen a brotar, que es lo que tienen que hacer los brotes cuando la época llega (en su jardín), para así insuflarse el Muchacho de la fuerza terráquea, de la energía terrenal. Y vital y hasta mundial. La fuerza enérgica o energética o la fuerte energía. Que va a necesitar para los siguientes y (dios lo quiera) últimos capítulos de nuestras andanzas.  




   Señoras, señores, abróchense los cinturones.









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