miércoles, 12 de diciembre de 2012

Gooliver song

   Existe.

   Un grupo español cuyo premonitorio nombre es Los Imposibles tiene una canción que se titula Gooliver Song.

   Hoy, que se me han mezclado muchas emociones, en su mayoría tristes aunque sería de justicia decir también que son de poca monta, me parecía adecuada una canción con ese nombre. Casi nuestra banda sonora.

   Pero YouTube no es omnipotente, por más que lo parezca.

   Con lo cual, en mi estado, ¿qué coño canción te pongo hoy?

   Teniendo en cuenta, además, que llevo unos días flojeando.

   Total , que me invade la sensación de que te me vas, de que Gulliver se cansó de mis estupideces, de que iba a ser esta la única vez en la que algo me iba a durar más de siete semanas y media.

   Tomo aire, con el que intento llenar mis maltrechos pulmones y me lanzo al vacío más incierto aunque también más inocuo. Chasssh, frushhh. Toco fondo. Es blando pero confuso. Las algas me dan un poco de repelús. Se ha armado una niebla de arena y minúsculos caracolillos. Silicio en estado mineral, que es lo que más nos conviene pero es que así no se ve nada. Escudriño (que es algo que no sabía que sabía hacer) en los revueltos fondos marinos pero mis manos son de cartón, son de piedra. Las yemas de mis dedos me desobedecen y sólo buscan placer o al menos descanso.

   - Oh, prosopopeya, abandóname- me oigo desear pero nada, ni caso.Todo es pompa y boato. Palabras vacuas.

   Me agarro a algo sólido. No sé si es una rama inmersa o una raíz inhóspita. A lo lejos, allí, arriba, quizá ya en tierra firme, se oye una flauta ¿dulce? a la que acompaño con labios en U mientras va huyendo de mí el escaso oxígeno que me quedaba.




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