Hoy te quiero presentar a Mark Parrot, al que quizá conozcas de oídas ya que, por aquello de poder alimentar a sus "ninios", se inventó al Chaval de la Peca, álter ego con menos importancia aún, para que veas, que se dedicaba a versionear por verbenas de pueblo los más sonados éxitos del hoy y de siempre. El tremendo Libre de Nino Bravo, el no menos grande Abanibi. O el Dame Veneno. O el Y cómo es él del Perales, qué fuerte. O el Gavilán o Paloma o el Me sabe a Humo... Ya ves, su disco de grandes éxitos es perfecto para los viajes largos y cantados. Kilómetros y más kilómetros de España a más no poder, en más de un sentido, además.
Luego, Mark, una vez en casa, se despegaba con cuidado la peca de la frente y componía canciones serias y muy dignas. Y seguía sin vender un puto disco.
Lo de su apellido de loro también pensé que era otra manera de esconderse o de mostrarse pero qué va. Y no es tan extraño como el segundo ya que su madre se apellidaba Rufias.
Vigilado por un cuervo
desplumado y viejo
que quiere robar
mi pata de conejo.
Inmovilizado estoy
por la certeza
de una aguja de reloj
clavada en la cabeza.
Sólo espero ser tocado
por la luz de tu ingenio
y en un mundo imaginado
ser tu sueño imperfecto.
Inventado con colores
que hasta ahora nunca vi
en mi cielo gris.
Moldeado por caprichos
de tu corazón
en un juego de pasión.
Si me pintas en la luna
me reflejaré en tu ventana.
Si me pintas en tu almohada
me despertaré entre tus sábanas.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame
ponme dentro de tu marco
y enséñame a escapar.
Del clavo en la pared.
Del polvo en el desván.
Bautizado por tu tinta
ya no dudaría
en ser conquistador
de tu fantasía.
Todo lo que voy diciendo
suena tan sencillo
que casi no entiendo
cómo tú lo pintas.
Sólo espero ser tocado
por la luz de tu ingenio.
Y en un mundo imaginado
ser tu sueño imperfecto.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame,
ponme dentro de tu marco
y enséñame a escapar.
Del clavo en la pared.
Del polvo en el desván.
Si me pintas en la luna
me reflejaré en tu ventana.
Si me pintas en tu almohada
me despertaré entre tus sábanas.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame
y luego vuelves a empezar.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame
y luego vuelves a empezar.
desplumado y viejo
que quiere robar
mi pata de conejo.
Inmovilizado estoy
por la certeza
de una aguja de reloj
clavada en la cabeza.
Sólo espero ser tocado
por la luz de tu ingenio
y en un mundo imaginado
ser tu sueño imperfecto.
Inventado con colores
que hasta ahora nunca vi
en mi cielo gris.
Moldeado por caprichos
de tu corazón
en un juego de pasión.
Si me pintas en la luna
me reflejaré en tu ventana.
Si me pintas en tu almohada
me despertaré entre tus sábanas.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame
ponme dentro de tu marco
y enséñame a escapar.
Del clavo en la pared.
Del polvo en el desván.
Bautizado por tu tinta
ya no dudaría
en ser conquistador
de tu fantasía.
Todo lo que voy diciendo
suena tan sencillo
que casi no entiendo
cómo tú lo pintas.
Sólo espero ser tocado
por la luz de tu ingenio.
Y en un mundo imaginado
ser tu sueño imperfecto.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame,
ponme dentro de tu marco
y enséñame a escapar.
Del clavo en la pared.
Del polvo en el desván.
Si me pintas en la luna
me reflejaré en tu ventana.
Si me pintas en tu almohada
me despertaré entre tus sábanas.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame
y luego vuelves a empezar.
Píntame y bórrame
y luego vuélveme a pintar.
Píntame, acábame
y luego vuelves a empezar.
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