Dudo mucho, conociéndote, que hoy y más precisamente ahora que esto lees, te esté atacando el pertinaz "clavo", pero ya sabes que te escribo desde el pasado y nunca se sabe lo que puede ocurrir. Y mucho menos tras la asistencia a la despedida del mundo laboral de nuestra animada compañera Chus.
Rebuscando en los archivos, lo más vitamínico a la par que "fructuoso" (si me permites otra broma gorda más) que he encontrado es el tema que te prescribo.
Nada menos que el gran George Thorogood con sus Destroyers. Para inyectar en vena.
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