miércoles, 17 de septiembre de 2014


   Me pasé mucho rato así, pensando en mi amigo, que más que amigo era padre. Mi segundo padre. Seguro que ya te lo haya contado aquí. Un segundo padre por el mero hecho de tener un año más  e ir pasándole las cosas a él un poco antes. Esas cosas que pasan a esos años, donde un día es ya una eternidad. A él le pasaban un poquito antes y nos las transmitía sin darse alardes, nada más por que no nos pillasen de sopetón. 

   Era y es una buena persona, de las que no caben doce ni de coña en una docena. 

   Con tanto misterio de no llamarle y tan pocas noticias que de él llegaban, fue complicado saber cómo proceder.



   



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