Pero, como en cualquier sociedad, se dan, a veces, situaciones que no estaban previstas y que influyen a todos sus miembros. Es entonces cuando se debate y no se para de debatir, que yo creo que muchas de las veces se plantean las cuestiones nada más que por el placer de andar allí discurseando.
A los postres de la comida de ayer vino Antonio con una de esas propuestas que hay que debatir. Se ha empeñado en que nos vendría de perlas poner un cajero automático en la cubierta de estribor.
De derecha a izquierda, Andrew, Antonio y Gulliver, poco antes de embarcar. |
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