Tú, que lees de una chica que lee un libro. Los pies de la chica, en la hierba, nos proporcionan frescor.
La chica, que lee en su libro de una abuela que es amiga de Gulliver. La abuela les está contando un cuento a sus nietas. Se hace tarde y hay que mandar a las chavalas a la cama. Ardua labor. Pero como la abuela no pierde el humor, terminan convencidas de que lo mejor va ser acostarse y esperar a que mañana, quizá sí, la abuela termine el cuento y sepan de qué color es el final.
Tú lees de una chica que lee, en su libro, cómo las niñas se acuestan y sueñan con príncipes y con deseos.
La abuela no ha dicho a nadie que ha vuelto al vicio de fumar.
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