Pelo moreno (casi negro), ojos también oscuros, grandes pero almendrados, lo que aporta al conjunto un aire oriental, exótico. Cuerpo denso, duro, poderoso, sobre todo en las piernas, que mueve con lo que parece ingenuidad y vete tú a saber. Viste como vestían las muchachas entonces. Vaqueros Wrangler o Jesus o Lee. Jersey de cuello alto. Quizá camperas tratadas con sebo de caballo. Las tetas son igual de rotundas que el resto del animal. Con los picos apuntando al frente. Esas ojeras también las tenía entonces. Venían de fábrica. Tiene con ellas una expresión apenas un poco triste. O es solo melancolía. Mas cuando te has parado a observarla en compañía, gasta conversación igual de fácil que sonrisa, que donde más se le nota es en un titilar del brillo de los ojos.
Una auténtica pena que, tanto ayer como ahora, fuese un par de años mayor que yo.
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