jueves, 19 de diciembre de 2013

Sueño 7

   Desde la muñeca hasta la bola (¡mira papá qué bola más dura tengo!), lleva todo el brazo tatuado con unas espirales muy raras. Las curvas se imbrican con las curvas de la espiral compañera. O no. Es difícil seguir la pista.

   Si las miras un ratico, a las espirales, al final te enamoras y se te pone cara de tonto. 

   Creo que las espirales giran sobre su eje, algo que, siendo un tatuaje, parece bastante complicado de conseguir.

   Las espirales se asemejan a las escamas de la merluza argentina, también conocida como pescada. Cuando sopla el norte, las espirales afinan su trazo. Tú miras alrededor, por si todo es truco o trampa. Pero no. 

   Me he pasado la tarde siguiendo las líneas con el dedo. Hasta se me ha hecho un callito. A veces a las curvas les entra la risa. La chica se llama Cate Le Bon pero eso qué importa.




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