viernes, 4 de abril de 2014

Viento del Sur. Ejemplo de sus efectos

   Una amiga me ha pasado esta canción. ¿No la habíamos puesto aquí antes, eh, Gulliver?



   Pero vayamos a lo prometido, que es deuda. Aunque esté uno un poco hasta los huevos del hartón que se ha pegado hoy al teclado. A ver si va a ser adicción y me pasa como al burro del gitano.


Ejemplo paradigmático de los efectos que el Viento del Sur
provoca en las personas, animales, plantas y cosas.

   Ya sé que un humano dentro de un coche se suele transformar en algo diferente pero en días así, las conductas irregulares son evidentes, se agudizan. Y se dan en dos sentidos opuestos. Se nota muy bien en la salida de los semáforos. Y en concreto el que sirve de puerta a la Autovía de Ronda es, sí, un buen laboratorio. 

   Como tengo coche con motor viejito pero aún vigoroso, me suelo poner en el carril de la izquierda, con la intención de llegar antes a casa.  Siempre les hay con la misma intención y un motor más potente. Pero bueno, siempre existe la organización y no suele llegar la cosa a mayores.

   Los días de Viento del Sur lo que ocurre es que se agudizan los comportamientos, tanto los desviados como los conforme a la norma. Y así, cuando llegas al desvío de San Agustín, que es que cojo para llegar a mi queo, puedes observar dos conjuntos perfectamente disjuntos de vehículos. El uno compuesto por elemento que si ya no te han adelantado les falta un suspiro y el otro, una masa amorfa, como un espejismo de desierto, ocupando una parte mínima del espejo retrovisor. 
-_-_-_-

   Al final va a ser adiccion. Mondovino. 

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