Como ninguno de los dos cree en las coincidencias, ha vuelto a pasar. He visto la película que da nombre a este Gulliver. El Ken Loach de siempre, el mejor Ken Loach. Sin las sobredosis de moralina ni de demagogia que a menudo le asaltan. Una historia sencilla, como creo que te gustan.
Y hete aquí que casi protagonista de esta historia, existe una canción.
Y hete aquí que al no existir las casualidades y mucho menos las coincidencias, es una de las canciones de mi vida.
1988, o sea que mi segundo año segoviano. El disco lo trajo debajo del brazo mi muy mejor amigo Jimmy que recién acababa de salir de las faldas de su madre. Jaime Lobo. Venía de León. Su madre me lo puso en el regazo y me conminó a que se lo cuidara. Sobre todo que comiera bien. Hice todo lo que pude. No engordó gran cosa pero creo que eso va en su constitución.
Ahí dónde nos ves, ni de coña hubiéramos pensado en aquel entonces que ambos íbamos a ser padres de dos princesas. La suya se llama Candela y es una lobina de lo más resalado. De Jimmy contaría y no pararía. Es la persona más consecuente y generosa que conozco. Espero que no se dé la ocasión de tener que dar la vida por él, porque lo haría sin pensarlo. Así que antes de empezar a moquear de tanto sentimiento, pasaré a presentarte la canción.
The Proclaimers son los gemelos Charlie y Craig Read. Más escoceses que el whisky de malta. Lógicamente, grandes hinchas del Hiberian, F.C. Su música es absolutamente pop, pero en ella que se pueden encontrar ciertas reminiscencias folkies, de las Tierras Altas. La canción I'm Gonna Be - 500 miles, que aparece en otro par de películas (Benny & Joon y Burke & Hare), es casi el himno oficial escocés. En España es muy conocida porque me suena que la han utilizado en algún anuncio publicitario.
Si te gustan y te sabe a poco, también puedes oír Letter from America o I'm on my way, que, ya que estamos peliculeros, forma parte de la banda sonora del primer Shrek.
Buen provecho y buen fin de semana.
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