Me imagino como que estuviésemos haciendo chi kung todo el rato, pero sentados o mejor tumbados. Me imagino paseando por el sencillo motivo de querer ir a algún sitio. Me imagino no haciendo nada del verbo nada y que aquello no fuese fuente de recelos. Con Cuchi era así, y me sigo sin explicar. Ya el mero hecho de tener ese nombre de pila hubiese propiciado en mentes más movedizas y vulgares, comportamientos nerviosos, arranques de sospechas . Y me sigo explicando sin explicarme lo que se dice nada. Así que pasaré a lo práctico, que tengo por ahí apuntado para no olvidarme. No olvidarse de contar de un viaje magnético a Sanabria. No olvidarse contar lo del bueno de Ricardo. No olvidarse de hablar de algún miembro más del clan familiar.
Pero todo eso será en otro
momento, por ver ahora si termino de explicarme, aunque sea con unas
fotillos de las que suelo poner aquí, a veces con intención.
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