Sí, Luis, el preciso momento en que alcanzas a tocar con la punta de tu polla, dura como un ciruelo, en el principio de su sexo. Y ella te recibe y te invita a entrar, te coge de la manga y te atrae hacia sí y lo mejor es cuando ves en su cara cómo está encantada de meterte para dentro, cuanto más mejor, pero despacito, sin ninguna prisa, que no las tenemos.
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