Por no reventar y creernos demasiado, callaremos de las ideas, de los alfabetos, de las catedrales, de los teoremas, de las canciones. De las estrellas, del infinito y del arte.
miércoles, 12 de marzo de 2014
Aguantamos
Tienen que haber días así, en el Gulliver, en los que simplemente festejemos por seguir vivos. Que nos miremos las manos o los ojos en el espejo y nos siga pareciendo todo una broma enorme y ciertamente ingeniosa. Existir, los poros de la piel, llevar un anillo en el dedo corazón, la espuma de la cerveza, la invisibilidad del aire azul. Las luces. Los dibujos de los nervios en el envés de las hojas, el gesto imperceptible de la muchacha que te sirve el café. El frío.
Por no reventar y creernos demasiado, callaremos de las ideas, de los alfabetos, de las catedrales, de los teoremas, de las canciones. De las estrellas, del infinito y del arte.
Por no reventar y creernos demasiado, callaremos de las ideas, de los alfabetos, de las catedrales, de los teoremas, de las canciones. De las estrellas, del infinito y del arte.
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