jueves, 20 de marzo de 2014

   (Pum pum, escribe escribe. Tienes apenas 12 minutos y ninguna bala en la recámara. Pum pum. Tienes que escribir.)

   Y claro, no se te ocurre nada. Piensas en lo que venías pensando en el coche de regreso al hogar. Nada. No el éter sino la nada. Laforet y Nietzsche. Adán. Nada del verbo nada. Da, como todo, para un tocho de mil páginas. Naaaada. La nada. No me importa nada. Nada montada. Na-da.

   Ya está, lo has vuelto a conseguir. Si no lo medimos al peso, el gulli de hoy ya es redondo, está cuadrado. No necesita NADA más. 

   Buen, sí, una canción.


  






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