Anda Gulliver a vueltas. Sobre si continuar con su periplo segoviano o quedarse en el presente en el que se ha instalado tan ricamente. Pero, resuelto como es, la duda le ha durado unos segundos. Aunque hubiese sido más cómodo, más fácil, decide que hay que dejar al presente macerar, fermentar, coger grado y forma y poso y esa pátina que el tiempo da, todas esas cosas, para ver si fue para tanto.
Son luciérnagas, Luis. Todavía hay esperanza. |
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